15 de diciembre, 18.00

Llega el final del Seminario «Harri, Orri, Ar» y como acto de cierre hemos organizado una sesión especial.

Comenzaremos con Idoia Montón, para visitar con ella su exposición Las siete ventanas en formato de charla/visita/conversación entre el grupo de personas que se animen a participar.

A continuación, la acordeonista Garazi Navas dará un concierto/conferencia/taller, a partir de su investigación basada en la práctica interpretativa musical en torno a la conexión tradición-vanguardia a través del acordeón.

Cada acto tendrá una duración de 45 minutos aproximadamente.

¡Os esperamos!

Idoia Montón Gorostegui

(Donostia, 1969) Tras iniciarse en la Asociación Artística de Gipuzkoa pasó, a finales de los ochenta y primeros noventa, por los talleres de Arteleku, con Bonifacio Alonso y Ángel Bados, así como por la Facultad de Bellas Artes de la UPV. Expone entonces en galerías como Juana de Aizpuru o Buades. A mediados de los noventa inicia un largo camino personal que la lleva a una investigación pictórica intensa y comprometida, para luego reaparecer de la mano de Javier Peñafiel y Rosa Queralt en Half-House, con la exposición Un reflejo tangible (Barcelona, 2012). Toda la obra producida durante ese distanciamiento y su regreso quedará recogida en la publicación Idoia Montón (Donostia, 2014). Algunos de los trabajos de años posteriores, cuando ya se encuentra instalada en Barcelona, aparecen en otro libro, La guerra (La caníbal, Barcelona 2020). A finales del 2019 realiza una estancia becada en el Kurdistán iraquí. Entre sus exposiciones: La kasa del carpintero insurgente, Galería Alegría (Madrid, 2014); Lila, CarrerasMugica (Bilbao, 2015); La guerra, La Escocesa (Barcelona, 2017); Aquellos, Galería Sis (Sabadell, 2017); Tallers compartits -colectiva-, Fundació Joan Miró (Barcelona, 2021).

«Mi trabajo se alimenta del vínculo con los lugares y los espacios que habito, en los que me desenvuelvo. Mediante la relación directa con las cosas, aquellas que podríamos entender como las más sencillas de nuestra cotidianidad, indago en mí misma cuestionando las circunstancias o acontecimientos que me interpelan. Mi obra exterioriza mi sentir e intenta, con su posible capacidad transformadora, actuar sobre la realidad.

Cuando comienzo a elaborar una idea en el taller utilizo, de forma habitual, el collage al permitirme tanto un abordaje inmediato como el poner en contacto materiales diversos que me facilitan también el trabajo formal. Es en su manipulación, a medida que introduzco las ideas que necesito definir y expresar, o que sencillamente van surgiendo, cuando me ocupo de su combinación y concordancia, de asimilar todas sus componentes y de tratar de ofrecerles un sentido en pintura. El cuadro se manifiesta entonces como un espacio abierto, en el que es el propio proceso el que lleva las riendas, dado que de él parte la chispa, la iluminación, la aparición de un sentido inesperado, de una revelación o de un descubrimiento expresivo. Es sólo al finalizar el transcurso de ese recorrido, llegado ya el momento en que su construcción no demanda más cambios, cuando los elementos que han ido desvelándose consiguen dotarse de un sentido que sólo es cerrado en la relación con su contexto.

Cada obra concluida es también testimonio de un momento, el del tiempo de su proceso creativo y del cúmulo de ideas, encuentros y experiencias que le dieron luz».